Importancia
Los trabajos de rescate y
restauración se iniciaron en 1988 bajo la dirección del arqueólogo Jesús Nárez
Zamora, ahora fallecido.
El primer elemento
característico del lugar es una gran escalinata de más de ochenta peldaños,
conformada por afloramientos naturales de lajas sedimentarias que los grupos
aprovecharon hábilmente como acceso.
Después se aprecia casi un
centenar de basamentos circulares con grandes lajas calizas, rellenos de tierra
y escombro (plataformas sobre las que se edificaban las viviendas); los
hoyos en el basamento número 48 indican que las paredes se levantaron con palos
y ramas entretejidos con lodo y que los techos tenían forma de cono y que eran
forrados con palma.
Debido a sus dimensiones, se
considera que éste jugó un papel muy importante en las relaciones y rutas
comerciales que posiblemente llegaron hasta el sureste de Estados Unidos o
hacia el sur, con los grupos huastecos.
Probablemente tuvieron una
estructura jurídica con jefes chamanes o sacerdotes. Por otra parte, el número
de estructuras, así como el tamaño y el peso de los muros de los basamentos de
sus casas, nos hace pensar que había una sólida organización social.
Su economía debió basarse en la
recolección y la cacería, y complementarse con algunos cultivos de maíz, de
frijol o de calabaza, aunque hasta ahora no se han identificado las áreas
dedicadas a tal actividad.
Descripción del sitio
La mayoría de los basamentos tiene de 8 a 10 metros de diámetro y la altura va desde unos centímetros hasta más de dos metros. Algunos tienen escaleras de acceso que se abren hacia afuera del basamento en forma de abanico.
La mayoría de los basamentos tiene de 8 a 10 metros de diámetro y la altura va desde unos centímetros hasta más de dos metros. Algunos tienen escaleras de acceso que se abren hacia afuera del basamento en forma de abanico.
Estos basamentos se agrupan en torno a dos espacios abiertos que se han denominado Plaza 1 y Plaza 2, al centro de los cuales se encuentra un pequeño basamento similar a los demás que tal vez hizo las veces de altar.
Balcón de Moctezuma es representativo del
tipo de pequeños asentamientos agrícolas de la sierra, fundados en periodo
Epiclásico (600-900 después de Cristo) de la Cronología Mesoamericana.
Lo componen estructuras circulares de varios diámetros y alturas agrupadas en torno a dos pequeñas plazas semicirculares.
La construcción fue hecha de piedra caliza, sin ningún mortero, el núcleo se formó de tierra, piedra y restos de cerámica.
El sitio tiene algunas características especiales, como una escalinata pequeña con tres a cuatro peldaños, remetida o sobrepuesta, la planta tiene forma de abanico.
Los vestigios prehispánicos encontrados en el sitio
revelan costumbres de los pobladores, tales como uso de pipas para fumar,
cristales de cuarzo (tal vez amuletos), collares, discos de piedra y funerales
bajo el piso de las casas habitación, acompañados de ofrendas de cerámica.
Aun no se han encontrado
representaciones de sus dioses, y no se ha identificado algún edificio que pudo
haber sido templo o lugar de adoración.
El acceso principal al sitio era por medio de una gran escalinata con más de 80 peldaños, sobre la ladera poniente del cerro; fue construida sobre las salientes naturales de caliza del cerro.
Entre los diversos hallazgos se encuentran los restos óseos de un infante de tres o cuatro años de edad que presenta mutilación dentaria.
Además, se han rescatado abundantes fragmentos de cerámica, entre los que destacan algunas vasijas decoradas y pintadas en negro sobre fondo blanco.
Se han localizado, también, alrededor de doscientos entierros humanos, en su mayoría flexionados, lo mismo sentados que en decúbito lateral, derecho o izquierdo.
En opinión del antropólogo Sergio López, quien ha analizado los restos, existieron al menos dos tipos de población conviviendo en Balcón de Moctezuma, una de complexión robusta y alta y otra delgada y de estatura mediana.
Localización