BIOGRAFÍA:
Alfonso Reyes Ochoa (Monterrey, Nuevo León, 17 de mayo de 1889 — Ciudad
de México, 27 de diciembre de 1959), Alfonso Reeys fue un poeta, ensayista, narrador, diplomático y
pensador mexicano. Se le conoce también como el regiomontano universal.
Alfonso Reyes Ochoa fue el noveno de los doce hijos
del General Bernardo Reyes Ogazón y de Aurelia de Ochoa-Garibay y
Sapién. Su padre ocupó importantes cargos durante los gobiernos de Porfirio
Díaz (fue gobernador del estado de Nuevo León y secretario
de Guerra y Marina).
Alfonso Reyes realizó sus primeros estudios en
colegios de Monterrey, en el Liceo Francés de México, en el Colegio Civil de
Monterrey, y posteriormente en la Escuela Nacional Preparatoria y en
la Escuela Nacional de Jurisprudencia, que tiempo después sería la Facultad
de Derecho, en la Ciudad de México, en donde el 16 de julio de 1913 se
graduó como abogado. En 1909, fundó, con otros escritores, el Ateneo
de la Juventud, donde Pedro Henríquez Ureña, Antonio Caso y José
Vasconcelos Calderón, entre otros intelectuales, se organizaron para leer y
discutir a los clásicos griegos, acuñar agudas reflexiones sobre la
literatura y la filosofía universales, y llevar a cabo una importante labor de
difusión cultural. De gran relevancia fueron las críticas que hicieron al positivismo y
al desarrollo que tuvo en México durante el Porfiriato, mismas
que suscitaron una verdadera revolución cultural en el país.
La Revolución mexicana de 1910 no favoreció
a la familia Reyes, que tenía buenas relaciones con la dictadura porfirista.
Reyes recuerda que escribía en su cuarto de la Ciudad de México con una
carabina cargada, cerca de su escritorio; de vez en cuando, la miraba,
preguntándose si tendría que usarla. En 1911, cuando tenía 21
años de edad, publicó su primer libro, Cuestiones estéticas.
En agosto de 1912, fue nombrado secretario de
la Escuela Nacional de Altos Estudios, antecedente de la Facultad de
Filosofía y Letras de la UNAM, donde impartió la cátedra de
"Historia de la Lengua y Literatura Españolas".
En 1913, su padre participó en el golpe de estado en
contra del presidente Francisco I. Madero, lo que derivará en la lucha
fratricida conocida como la Decena Trágica. El general Bernardo
Reyes murió el primer día de combate, en el Zócalo de la Ciudad
de México. Alfonso Reyes escribiría luego un poema a la memoria de esa tarde.
Este hecho y la posterior participación de su hermano en el gobierno de Victoriano
Huerta lo hicieron marchar a Europa en junio de ese año e incorporarse a
la Legación de México en Francia, puesto que desempeñó hasta 1914.
Durante su etapa como embajador en Argentina, Reyes
se relaciona con la brillante generación literaria de este país sudamericano.
La amistad de Victoria Ocampo y el dominicano Pedro Henríquez
Ureña lo reúne con Xul Solar, con Leopoldo Lugones, con un joven Jorge
Luis Borges, y, un aún más joven, Adolfo Bioy Casares, además del
celebrado Paul Groussac. «Groussac me enseñó a escribir» —decía con
humildad y con frecuencia—. Por su parte, a Jorge Luis Borges «sobre todo le
subyugaba el refinado y seductor estilo literario del escritor mexicano»; tal
era la admiración de Borges por él (Reyes era diez años mayor), que llegó a
considerarlo «el mejor prosista de lengua española en cualquier época», y
en su recuerdo escribió el poema «In memoriam». Los libros de escritores
mexicanos van del Anáhuac al Río de la Plata, y en sentido inverso van los
textos de autores argentinos.
Creación de El Colegio de México
En abril de 1939,
presidió la Casa de España en México, una institución fundada por él y por Daniel
Cosío Villegas y por los intelectuales españoles refugiados de la Guerra
Civil Española (a los que él, junto con Cosío Villegas, ayudó a asilarse)
que después se convertiría en el prestigiado El Colegio de México.
La Capilla Alfonsina
En 1939 también
comenzó la construcción de una casa con una biblioteca en la Ciudad de México
que a la postre sería conocida como la Capilla Alfonsina y sería un
punto de encuentro obligado para estudiantes, escritores nóveles y funcionarios.
Miembro de la Academia Mexicana de la
Lengua
El 19 de
abril de 1940, fue nombrado miembro de número de la Academia
Mexicana de la Lengua, contraparte correspondiente de la Real Academia
Española; ocupó la silla XVII y fue director entre 1957 y 1959.
En El Colegio Nacional
Fue
catedrático y fundador de El Colegio Nacional.
Premio Nacional de Ciencias y Artes
En 1945,
obtuvo el Premio Nacional de Ciencias y Artes en Literatura y Lingüística,
por su libro La crítica de la edad ateniense.
Crítica
literaria
De
1924 a 1939, se convirtió en una figura esencial del continente hispánico de
las letras, como atestiguó el propio Jorge Luis Borges. Fue el principal
animador de la investigación literaria en México, y uno de los mejores críticos y ensayistas en lengua
española.
Candidatura
al Premio Nobel
En 1949, Gabriela
Mistral "lanzó" la candidatura de Reyes para que se le otorgara
el Premio Nobel de Literatura, pero el movimiento nacionalista
mexicano, muy fuerte en ese momento, "obstruyó" la candidatura pues,
para su gusto, Reyes escribe mucho de los griegos y muy poco de los aztecas.
Doctorados honoris
causa
Fue
nombrado doctor honoris causa en letras por la Universidad de
Princeton, en 1950 y en 1958 fue
nombrado doctor honoris causa por la Universidad La
Sorbona, de Francia.
Ese mismo año, viajó en automóvil de la Ciudad de México a los Estados
Unidos, para recibir el doctorado honoris causa de la Universidad
de California en Berkeley. Las minifaldas que vio en un establecimiento de comida
rápida, en California, le encantaron: "Aquí las chicas sirven comida
usando patines y con los muslos al aire, como en la Creta minoica",
escribió en su diario.
Documental de Alfonso Reyes Ochoa
Referencia: