(Ciudad Guzmán, 1916 - Ciudad de México, 2005) Compositora y pianista mexicana, autora entre otros títulos del célebre bolero Bésame mucho.
Consuelo Velázquez nació en Ciudad
Guzmán, en el estado mexicano de Jalisco, el 21 de agosto de 1916. A los cuatro
años, su tío le regaló un pequeño piano del que arrancó con facilidad varias
melodías que habían llamado su atención, entre ellas la del himno nacional.
Su padre, un soldado con alma de poeta, aceptó que compatibilizara la escuela con el pentagrama y la inscribió en la academia de música Serratos, donde ofreció su primer recital a los seis años. Al comenzar la secundaria, ya sería pianista.
Su padre, un soldado con alma de poeta, aceptó que compatibilizara la escuela con el pentagrama y la inscribió en la academia de música Serratos, donde ofreció su primer recital a los seis años. Al comenzar la secundaria, ya sería pianista.
La muerte del padre dejó a su madre a
cargo de cinco hijas y aceleró la carrera de Consuelo. En pos de su maestro,
Ramón Serratos, se trasladó a Ciudad de México, e intensificó sus estudios en
el mejor conservatorio del momento, la escuela del palacio de Bellas Artes.
Allí se licenció en 1938 como pianista concertista y maestra de música, con un concierto que fue aplaudido por los más reconocidos maestros de la época constituidos en jurado calificador.
Allí se licenció en 1938 como pianista concertista y maestra de música, con un concierto que fue aplaudido por los más reconocidos maestros de la época constituidos en jurado calificador.
Consuelo Velázquez fue invitada poco
después a participar en el curso de perfeccionamiento de obras que impartía el
famoso pianista Claudio Arrau, quien escribió elogiosos comentarios sobre
su talento pianístico.
Pero pocos sabían entonces que, desde años atrás, liberaba sus inquietudes componiendo tiernas canciones de amor. Porque le “salió del corazón”, escribió Bésame mucho a los diecinueve años, cuando, según diría después, “era muy formal y ni siquiera había besado a nadie, ni sabía lo que era un beso”.
Pero pocos sabían entonces que, desde años atrás, liberaba sus inquietudes componiendo tiernas canciones de amor. Porque le “salió del corazón”, escribió Bésame mucho a los diecinueve años, cuando, según diría después, “era muy formal y ni siquiera había besado a nadie, ni sabía lo que era un beso”.
La naciente emisora de radio XEQ, que
habría de ser la más popular de México, la contrató para un programa de música
clásica. Consuelo desgranaba media hora de melodías tras ser presentada por el
locutor como “un prestigioso músico europeo” de complicado apellido polaco.
Enamorado de la bella y joven pianista, el director de programación de la emisora, Mariano Rivera, le permitió ir introduciendo algunas de sus propias canciones, cuya autoría achacaba Consuelo a una amiga imaginaria, porque no estaba bien visto que una concertista cayera en la frivolidad del bolero, que entonces desataba el sentimiento popular entre Cuba y México.
Enamorado de la bella y joven pianista, el director de programación de la emisora, Mariano Rivera, le permitió ir introduciendo algunas de sus propias canciones, cuya autoría achacaba Consuelo a una amiga imaginaria, porque no estaba bien visto que una concertista cayera en la frivolidad del bolero, que entonces desataba el sentimiento popular entre Cuba y México.
No obstante, las cartas de los oyentes
mostraron pronto que preferían escuchar las notas que revelaban las angustias
del último beso o los desvelos del amado, que las piezas
de Bach, Debussy, Saint-Saëns o Ravel que
interpretaba la oculta pianista.
Mariano Rivera le pidió entonces, “por una cuestión de derechos de autor”, que le revelara el nombre de la amiga talentosa.
La compositora salió a la luz, en momentos en que multiplicaba sus canciones al calor de un enorme aparato de radio que le traía las noticias de la II Guerra Mundial.
La estrella del momento, Emilio Tuero, grabó Bésame mucho en el año 1941.
Mariano Rivera le pidió entonces, “por una cuestión de derechos de autor”, que le revelara el nombre de la amiga talentosa.
La compositora salió a la luz, en momentos en que multiplicaba sus canciones al calor de un enorme aparato de radio que le traía las noticias de la II Guerra Mundial.
La estrella del momento, Emilio Tuero, grabó Bésame mucho en el año 1941.
Andy Russell la grabó tres años más
tarde, cuando medio planeta se hallaba implicado en la guerra, y la canción se
extendió como un himno por las emisoras y las bocas de todo el mundo.
En medio de los desastres que provocaba la conflagración, tanto los norteamericanos como los europeos se rindieron enseguida ante las evocaciones pasionales de la que en adelante sería conocida como Consuelito Velázquez.
En medio de los desastres que provocaba la conflagración, tanto los norteamericanos como los europeos se rindieron enseguida ante las evocaciones pasionales de la que en adelante sería conocida como Consuelito Velázquez.
Compositora de talento
Bésame mucho permaneció tres meses
en el primer lugar de las listas de éxitos en Estados Unidos.
Su autora se convirtió de repente en una celebridad y pudo instalarse en el Olimpo de los compositores románticos, con sólo veinticinco años y cuando quién sabe si ya Mariano Rivera la había besado.
Era la época en que la industria cinematográfica estadounidense se fijaba en mexicanas como María Félix o Dolores del Río para los papeles clásicos de mujer latina, por lo que su compañía discográfica invitó a viajar a Hollywood a la guapa y fotogénica compositora.
Su autora se convirtió de repente en una celebridad y pudo instalarse en el Olimpo de los compositores románticos, con sólo veinticinco años y cuando quién sabe si ya Mariano Rivera la había besado.
Era la época en que la industria cinematográfica estadounidense se fijaba en mexicanas como María Félix o Dolores del Río para los papeles clásicos de mujer latina, por lo que su compañía discográfica invitó a viajar a Hollywood a la guapa y fotogénica compositora.
En Estados Unidos, su canción sonaba a
todas horas y en todas partes. Todos querían verla a lo largo de Sunset
Boulevard, y Esther Williams, Rita Hayworth, Orson Welles, Errol
Flynn, Clark Gable y otros actores consagrados corrieron a
fotografiarse con ella. Acompañada de su madre, Consuelo comió con Walt
Disney, que interrumpió un rodaje para hacerle unas pruebas de las que salió
airosa.
Cuando el contrato ya estaba listo, la pianista le agradeció su atención, pero dijo que prefería volver a México y casarse.
Cuando el contrato ya estaba listo, la pianista le agradeció su atención, pero dijo que prefería volver a México y casarse.
Así se casó a los veintiocho años, tras
seis de noviazgo, con Mariano Rivera. Tuvieron dos hijos, Mariano y Sergio.
Su antiguo jefe de programación radial era a la sazón uno de los mejores directores artísticos de la industria discográfica mexicana y el promotor de compositores intérpretes como José Alfredo Jiménez, Pérez Prado, Los Tres Diamantes o Benny Moré.
Su hijo Sergio recordaría que “en vez de ser el típico mexicano posesivo que no deja que la mujer se desarrolle y a pesar de ser de Sinaloa, es decir, norteño y macho”, su padre “la dejó hacer lo que quiso e incluso la admiró hasta la muerte”.
Mariano Rivera falleció en 1977, a los sesenta y dos años de edad.
Su antiguo jefe de programación radial era a la sazón uno de los mejores directores artísticos de la industria discográfica mexicana y el promotor de compositores intérpretes como José Alfredo Jiménez, Pérez Prado, Los Tres Diamantes o Benny Moré.
Su hijo Sergio recordaría que “en vez de ser el típico mexicano posesivo que no deja que la mujer se desarrolle y a pesar de ser de Sinaloa, es decir, norteño y macho”, su padre “la dejó hacer lo que quiso e incluso la admiró hasta la muerte”.
Mariano Rivera falleció en 1977, a los sesenta y dos años de edad.
Mientras Consuelo Velázquez desechaba la
opción cinematográfica en sucesivos viajes a Estados Unidos, Japón y España, su
canción Bésame mucho sirvió para acompañar diversas películas de la
época de oro del cine mexicano, igual que lo haría en el futuro con
innumerables filmes, como A toda máquina en 1951 o Moscú no cree
en lágrimas, que en 1980 obtuvo el Oscar a la mejor película extranjera.
El grupo germen de The Beatles (The Silver Beatles, con John Lennon, Paul McCartney y George Harrison) interpretaba unos años antes los primeros versos del bolero en español.
También pedirían ser besados como si fuera la última vez, hasta en más de veinte idiomas distintos, cantantes como Frank Sinatra, Ray Conniff, Nat King Cole, Diana Ross, Sara Montiel, Omara Portuondo, João Gilberto o Plácido Domingo.
El grupo germen de The Beatles (The Silver Beatles, con John Lennon, Paul McCartney y George Harrison) interpretaba unos años antes los primeros versos del bolero en español.
También pedirían ser besados como si fuera la última vez, hasta en más de veinte idiomas distintos, cantantes como Frank Sinatra, Ray Conniff, Nat King Cole, Diana Ross, Sara Montiel, Omara Portuondo, João Gilberto o Plácido Domingo.
El éxito de Consuelito Velázquez fue más
allá de Bésame mucho, y otras diez de sus canciones se ligaron con
facilidad al tejido anímico de amantes y familias.
Hasta Pablo Milanés y Martirio, también diversos intérpretes cantaron su Verdad amarga, mientras que la canción Cachito, compuesta para su hijo Sergio mientras lo tenía sentado en su regazo, fue un éxito en Italia y España, además de arrullar a toda una generación de mexicanos.
También Que seas feliz fue varias veces popular, en voz de Los Tres Ases, Lucho Gatica y Luis Miguel, así como Pedro Infante cantó un Yo no fui que medio siglo después siguen interpretando los mariachis. Y aún son muy conocidas las canciones Al nacer este día, Anoche, Aunque tengas razón, Los pequeños detalles, Volverás a mí o Déjame quererte.
Hasta Pablo Milanés y Martirio, también diversos intérpretes cantaron su Verdad amarga, mientras que la canción Cachito, compuesta para su hijo Sergio mientras lo tenía sentado en su regazo, fue un éxito en Italia y España, además de arrullar a toda una generación de mexicanos.
También Que seas feliz fue varias veces popular, en voz de Los Tres Ases, Lucho Gatica y Luis Miguel, así como Pedro Infante cantó un Yo no fui que medio siglo después siguen interpretando los mariachis. Y aún son muy conocidas las canciones Al nacer este día, Anoche, Aunque tengas razón, Los pequeños detalles, Volverás a mí o Déjame quererte.
Comprometida con la política del
entonces todopoderoso Partido Revolucionario Institucional (PRI), Consuelo
Velázquez fue diputada entre 1979 y 1982.
Su gran defensa de los derechos de autor la llevó también a la presidencia de la Asociación de Autores y Compositores de México y a la vicepresidencia de la organización mundial del gremio. Desde este puesto, nunca antes ocupado por una mujer, emprendió la lucha contra la piratería.
Su gran defensa de los derechos de autor la llevó también a la presidencia de la Asociación de Autores y Compositores de México y a la vicepresidencia de la organización mundial del gremio. Desde este puesto, nunca antes ocupado por una mujer, emprendió la lucha contra la piratería.
De nuevo recibió el reconocimiento de su
país y el homenaje de medio mundo.
La Ópera de Frankfurt la invitó en 1984 a un concierto especial, en el que tocó Bésame mucho con arreglos suyos para la orquesta sinfónica que la acompañó. Un año después, la Brodcard Music Incorporated de Estados Unidos le otorgó un reconocimiento para celebrar que el bolero superaba los dos millones de transmisiones en radio y televisión.
El primer ministro japonés, Toshiki Kaifu, y su esposa le confesaron durante un concierto que, como tantas otras parejas, se enamoraron con su canción, y diversas cadenas de televisión calificaron a Bésame mucho como la “canción del siglo XX”.
La Ópera de Frankfurt la invitó en 1984 a un concierto especial, en el que tocó Bésame mucho con arreglos suyos para la orquesta sinfónica que la acompañó. Un año después, la Brodcard Music Incorporated de Estados Unidos le otorgó un reconocimiento para celebrar que el bolero superaba los dos millones de transmisiones en radio y televisión.
El primer ministro japonés, Toshiki Kaifu, y su esposa le confesaron durante un concierto que, como tantas otras parejas, se enamoraron con su canción, y diversas cadenas de televisión calificaron a Bésame mucho como la “canción del siglo XX”.
Una caída en la escalera de su casa la
llevó a pasar sus dos últimos meses en el hospital. A sus ochenta y ocho años,
encendía diariamente el televisor desde la cama para escuchar cómo la cadena
Televisa empezaba cada capítulo de la telenovela Apuesta por un
amor con su canción Que seas feliz. Una infección y un colapso
pulmonar acabaron con su vida.
En su herencia, dejó tres canciones
inéditas con intérpretes asignados de su puño y letra: Por el camino, para
Luis Miguel; Mi bello Mazatlán, para la Banda el Recodo, y Donde
siempre, para la rockera Cecilia Toussaint.
Activa hasta el final, Consuelo Velázquez recibió en el hospital a los productores de la compañía estadounidense Peermusic para firmar el correspondiente contrato. Su nombre figura entre los diez compositores mexicanos que dejaron más ingresos en concepto de derechos de autor.
Activa hasta el final, Consuelo Velázquez recibió en el hospital a los productores de la compañía estadounidense Peermusic para firmar el correspondiente contrato. Su nombre figura entre los diez compositores mexicanos que dejaron más ingresos en concepto de derechos de autor.
Consuelo Velázquez Torres Ortiz nació el 21 de agosto de 1920 en Ciudad
Guzmán, Jalisco, y falleció el 22 de enero de 2005 por complicaciones de una
caída que tuvo en octubre de 2004 en la escalera de su casa.
Referencia: