Tulum
Historia
Ya en el año 1518 el cronista español Juan Díaz se refería a ella como
una “ciudad tan grande como Sevilla”, con una torre que sin duda era El
Castillo de Tulum. Pero parace ser que la conquista aceleró un proceso de
abandono que ya había comenzado antes de la llegada de los españoles.
Cayó en el olvido (no así para los mayas que seguían recordando este
antiguo asentamiento al que le seguían llevando ofrendas) hasta 1841, año en el
cual fue “redescubierta” y explorada por los viajeros Stephens y Frederick
Catherwood.
Se puede decir que la arquitectura de esta ciudad es el mayor ejemplo
de lo que se denomina como el estilo de la Costa Oriental. Sus edificios
fueron construidos en el periodo Postclásico entre el 1200 y el 1550 de nuestra
era. Estructuras como El Castillo y el Templo de los Frescos destacan por el
buen estado de conservación y por la gran calidad de sus pinturas murales.
Sin embargo, la presencia de elementos más antiguos en la ciudad, como
la denominada Estela 1, datada en el año 564 de nuestra era, así como la
llamada Estructura 59 que contiene algunos elementos estilísticos del
periodo Clásico Tardío, indican que el asentamiento pudo ser más antiguo (quizá
del Clásico Temprano del 400 ó 500 d. C.).
Según el investigador Ernesto Vargas
la ciudad habría funcionado como un asentamiento independiente del dominio de
otras ciudades o provincias hasta la llegada de los españoles en el siglo XVI,
cuando fue abandonada definitivamente.
En Tulum, como en otros centros costeros, se observa una evidente mezcla
de elementos arquitectónicos de tradición maya y del centro de México.
En el sitio arqueológico de la ciudad podemos encontrar un recinto
ceremonial rodeado por una muralla perimetral de cinco metros de grosor y
cinco estrechas puertas que cierran los tres flancos de acceso terrestre.
En el
interior, tras la Casa del Chultún se encuentra la Casa de las Columnas o
Gran Palacio, situada enfrente de la Casa del Halach Uinic o Gran Señor, que
conserva gran cantidad de tallas y pinturas.
A un lado se encuentra el Templo de los Frescos que se
utilizó como observatorio para seguir el movimiento del Sol. Una gran
plataforma da acceso a la estructura más conocida de la ciudad: El
Castillo, que además de sus funciones ceremoniales funcionaba como faro guiando
a las naves para evitar que se estrellaran contra el arrecife de coral que hay
cercano a la costa.
Este edificio tiene una amplia escalinata exterior que
conduce al Templo de las Series Iniciales, que está coronado con otro templo en
el que se ha encontrado en uno de sus nichos una gran escultura que es muy
parecida a la encontrada en el frontal del Templo del Dios Descendiente y que
parece estar relacionada con el Sol poniente.
Al otro lado de la playa caribeña en lo alto de un gran acantilado se
encuentra el Templo del Viento, y muy cercano a éste hay un camino osacbé que
conduce al Cenote que proporcionaba agua potable a la ciudad y que conducía a
la Casa del Cenote.
Además de todos estos edificios existe una escalinata de madera construida
junto al acantilado que permite a los viajeros interesados acceder a la playa
para poder nadar en la preciosa playa cercana a la ciudad, siendo éste otro
atractivo importante para visitarla.
Flora y fauna
ver a la fauna local, que son los actuales moradores de las
ruinas, las iguanas. Las hay por todas partes y están muy muy
acostumbradas a los turistas. Es más, diría que posan para ti.
Se aconseja no dar de comer a los animales, y por supuesto no tocarlas.
Se aconseja no dar de comer a los animales, y por supuesto no tocarlas.
Localización
Desde Cancún o Playa del Carmen puedes rentar un automóvil y
conducir por la carretera 307 hasta la zona arqueológica de Tulum, o bien tomar
un autobús desde ambos puntos al mismo destino. El tiempo de viaje desde Cancún
es de hora y media, mientras que desde Playa del Carmen se reduce a 40 minutos.
Referencias:
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