Los trajes típicos de Quintana Roo son uno de los aspectos
culturales que sus habitantes más se han esforzado en preservar. Existe un
traje típico oficial; sin embargo, hay otros que son representativos de los
distintos territorios y celebraciones del estado.
Quintana Roo alberga en sus distintas regiones una gran
riqueza cultural e histórica que se ve reflejada en sus edificaciones y fuertes
costeros.
Las celebraciones y festividades culturales tienen una gran
importancia, al punto de tener características únicas dependiendo de la región
del estado en las que se realicen.
La chetumaleña
Es el traje más antiguo y es considerado el más
representativo del estado de Quintana Roo. Fue diseñado e introducido en 1936,
inspirado en los atuendos ceremoniales más significativos de las princesas
mayas.
Actualmente los ciudadanos lo consideran un digno reflejo de
sus antepasados y las culturas originarias.
Es un vestido femenino compuesto por dos piezas. La parte
inferior consta de una larga falda cuyos adornos simbolizan el sur y el
interior de la Tierra. Sus patrones pueden ser bordados o pintados sobre la
tela.
La parte superior es una capa o manto de gran anchura,
abierta por los lados, lo que perite libertad de movimiento a la altura del
busto.
La capa también posee bordados y patrones representativos de
las culturas aborígenes, tanto en su parte delantera como en la posterior.
Estos bordados representan deidades antiguas, como por
ejemplo, el descendiente de Tulum. En los bordes se pueden encontrar detalles
principalmente en color verde, ya que es considerado representativo de los
mayas.
La parte inferior de la capa suele mostrar otros patrones de
connotaciones naturales: fauna, flora y riqueza forestal por debajo de las
imágenes divinas.
Traje indígena
Su uso es típico de la región central del estado. Es un
traje representativo de los orígenes étnicos, un vestigio que busca preservar
las cualidades culturales de las civilizaciones originarias.
Esta vestimenta tiene su versión tanto de hombre como de
mujer, siendo esta última la más común de sus presentaciones.
El vestido de la mujer quintanarroense es de blanco hipil,
tono representativo de la península de Yucatán.
Es un traje de una sola pieza, con bordados llamativos
aunque no extravagantes, acompañados de colores que pueden considerarse sobrios.
Los bordados se encuentran a la altura del escote y en la
parte inferior de la falda, dejando una porción de blanco hipil en la mayor
parte del cuerpo.
Los accesorios que acompañan este conjunto pueden ser un
moño de color blanco en la cabeza y aretes de oro.
La presentación masculina de este conjunto es considerada la
más original entre todas las regiones y estados aledaños, ya que casi no guarda
similitud con ninguna de las otras.
El hombre utiliza una camisa larga y de tonos tenues, que
suele llegar por debajo de la cintura. Se utiliza cerrada, pero entre los
botones queda una separación que simula una abertura.
La camisa incluye un bolsillo a cada lado del torso, donde
el hombre guarda sus paliacates o paños.
El pantalón es liso y cae hasta las pantorrillas. Tanto la
mujer como el hombre llevan los pies descalzos.
Traje tradicional
Este traje tradicional puede considerarse una versión
alternativa del traje indígena, partiendo de algunas cualidades de aquel y
agregando nuevos elementos. Suele verse principalmente en los pueblos más
pequeños.
En la mujer se presenta un vestido muy similar, hecho de
huipil y con bordados en el cuello y la falda; algunas presentaciones extienden
el bordado por casi todo el vestido. Este traje es complementado con un rebozo.
En los hombres son más marcadas las diferencias entre este y
el traje indígena. Aparte de la camisa y el pantalón, también llevan un
delantal a cuadros, un sombrero de palma y lo más característico, un par de
alpargatas de cuero.
Las versiones ceremoniales de este traje presentan detalles
distintos, como bordados de acabados más finos y telas más delicadas.
Las mujeres usan una mayor cantidad de accesorios
pintorescos, como aretes y cintillos; los hombres llevan filipinas, paliacates
y cambian su sombrero de palma por uno de jipijapa.
Traje mestizo
Este traje femenino está conformado por dos piezas: una blusa
blanca de mangas cortas, y una falda larga y amplia.
En la cintura, uniendo ambas piezas, tiene un encaje blanco
con detalles. La blusa es de cuello cuadrado con adornos bordados y cinco
caracoles representativos de las riquezas marítimas.
La blusa también presenta detalles a color en los bordes de
sus mangas, y suelen ser armónicos con los colores presentes en la falda.
La falda, larga y amplia, es de color rojo y también posee
bordados inspirados en los elementos presentes en el escudo quintanarroense.
Entre los accesorios se utiliza una peineta para el cabello,
coronas de flores, un moño, collares, arracadas y un par de zapatillas.
Es un traje típico con bastantes connotaciones simbólicas,
dado que se ven representados distintos elementos característicos del estado de
Quintana Roo.
Es una forma de exaltar las riquezas naturales y culturales
que posee dicho territorio y las personas que lo habitan.
Se trata de un traje de carácter ceremonial, que puede verse
en celebraciones regionales de carácter oficial.